No existe nada más maravilloso que un cierre de año escolar convertido en ua fiesta popular.
No se sabe de jerarquías, ni edades, quién es docente, mamá, papá, o pibe y piba.
Sólo se tiene la certeza que la alegría, el humo de los choripanes, y los voces en todos los rincones y paredes es la brújula.
El recitado de los poemas hacen latir al corazón más fuerte.
Que todas las pelucas Rojas, violetas y verdes y de mil colores son pájaros en el patio de la escuela.
Que los abrazos a cada minuto es el idioma que nunca debemos olvidar.
Que las broncas y envidias del barrio se fueron lejos por ese día, y ojalá para siempre.
Que los parlantes aturden hasta marearnos dulcemente, olvidandonos de las tristezas .
Fiesta popular en la escuela pública, esa es la Patria.
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