La Directora de una Escuela primaria de la Ciudad de La Plata convocó al plantel docente y auxiliares para informarles que quería cambiar el nombre de la escuela.
Les describió y explicó los motivos para dicho cambio. Luego convocó a la comunidad de la escuela (mamás, papás, tíos, abuelos, vecinos, comerciantes y alumnos) para que elijan el nuevo nombre.
Cada uno puso un sobre con un nombre dentro de una caja .
864 votos.
Los más votados fueron: José de San Martín, Manuel Belgrano, María Elsa Tajan.
La ganadora, una hormiguita silenciosa de la comunidad platense, asistente social.
Llegaba primero a la mañana y se iba última.
Piecitos inquietos, caminante del barrio, de casa en casa. Sus últimos años, en la década de los 90', seguía llendo a la escuela a preguntar y ver quienes tenían las zapatillas rotas, iban desabrigados o les faltaba lapices de colores.
Organizó charlas de educación sexual para padres. Daba y recibía besos. Hablaba rápido sin parar, así como caminaba. Los sábados, acompañada de sus nietos, daba apoyo escolar al barrio y preparaba meriendas que nadie olvidaba.
Un día la Seño Elsa llegó a la escuela con un señor de barba larga y sombrero alado, que maravilló a pibines y a maestras con sus titeres: Javier Villafañe.
Dicen que Villa Elisa tuvo su propio ángel.
Hasta las viejas chismosas del barrio, esas que ven todo mal, creen que es justo el nuevo nombre de la escuela y hablan por lo bajo diciendo : "es justo el homenaje que la escuelita se llame María Elsa Tajan y deje de llamarse John Kennedy"
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